Cuando abrimos su boca, descubrimos 81 dientes: el caso que impactó a toda Brasil
- Dra. Sabrinsky Flores
- 30 jul
- 7 Min. de lectura
Narrado por la Dra. Sabrinsky Flores
El extraño caso de la niña con 81 dientes

He leído muchos casos clínicos curiosos en mi vida como odontóloga. Algunos se quedan en la memoria por su complejidad, otros por su rareza, y unos pocos por el nivel de asombro que provocan tanto en profesionales como en pacientes. Pero hubo uno en particular que me detuve a estudiar con atención, no por haberlo tratado directamente en consulta, sino porque representa el tipo de historia que nos recuerda lo impredecible y fascinante que puede ser la odontología.
Se trata de una niña brasileña de once años que, tras una evaluación de rutina, fue diagnosticada con una condición extremadamente rara: tenía 81 dientes en su boca.
Sí, has leído bien. Ochenta y un dientes. Es decir, más del doble del número habitual en un adulto. La noticia apareció en medios locales y, como era de esperarse, no tardó en llamar la atención de profesionales de todo el mundo. La historia se volvió viral porque era más que un dato curioso: era un recordatorio clínico y humano de que, en odontología, lo improbable también puede ser real.
Como especialista en salud bucal en Santo Domingo, República Dominicana, decidí analizar este caso a profundidad, no solo desde el punto de vista técnico, sino con la intención de explicarlo de forma clara y accesible a padres, madres y personas interesadas en el cuidado dental. Porque detrás de cada anomalía, de cada diagnóstico fuera de lo común, hay una oportunidad de aprender, prevenir y acompañar mejor.
¿Qué es la hiperdoncia? Explicación profesional
La hiperdoncia es una anomalía del desarrollo dental en la que aparecen uno o más dientes adicionales, conocidos como supernumerarios, que exceden el número normal de piezas dentarias. En condiciones normales, los niños tienen 20 dientes temporales y los adultos 32 dientes permanentes. Cualquier diente adicional más allá de este número se considera un diente supernumerario.
Lo más común es encontrar uno o dos dientes extra, generalmente en la arcada superior y en la región de los incisivos. Sin embargo, en casos extremos, como el de esta niña, los dientes supernumerarios pueden ser múltiples, alcanzando cifras que superan por mucho lo que se considera clínicamente esperable. Cuando la hiperdoncia ocurre sin estar asociada a síndromes genéticos o trastornos congénitos, se le denomina hiperdoncia múltiple no sindrómica, y es una condición extremadamente rara.
Las causas no están del todo claras, pero se cree que hay una combinación de factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Algunas teorías apuntan a una activación anómala de la lámina dental durante el desarrollo embrionario, lo cual provoca la formación repetitiva de estructuras dentales.
Aunque no siempre se presenta con síntomas, esta condición puede generar complicaciones como:
Maloclusión
Apiñamiento dental severo
Dolor o incomodidad
Problemas en la erupción de dientes normales
Alteraciones estéticas graves
Dificultades en el habla o la alimentación
Por eso, requiere una evaluación odontológica temprana, un diagnóstico por imagen detallado y, en la mayoría de los casos, una planificación quirúrgica personalizada para restaurar la funcionalidad y estética bucal del paciente.
Una sonrisa que escondía más de lo imaginable
El caso se dio a conocer en el estado de São Paulo, Brasil, cuando una niña de once años acudió a una clínica odontológica por una consulta de rutina. Hasta ese momento, ni ella ni su familia habían sospechado que algo fuera diferente en su boca. No había dolor, no había sangrado, ni siquiera había una preocupación estética mayor. Solo una leve incomodidad al masticar y un poco de inflamación en la encía superior.
Lo que parecía una revisión rutinaria se convirtió en un descubrimiento que dejó sin palabras a los especialistas. Tras realizar una radiografía panorámica, lo que apareció en pantalla fue desconcertante: una gran cantidad de estructuras dentales apiñadas, superpuestas, ocultas entre hueso y encía. No eran dos, ni tres, ni cinco dientes extras… eran decenas.
Se programó una tomografía para obtener mayor precisión, y el diagnóstico fue contundente: la niña tenía 81 dientes en total. Dieciocho de leche, treinta y dos permanentes, y treinta y un dientes supernumerarios. Todos alineados en distintas posiciones, algunos en formación, otros completamente desarrollados, varios de ellos impactados en el maxilar. Era un caso clínico tan raro que ningún odontólogo de la región había visto algo similar.
La radiografía que nos dejó sin palabras
Una cosa es escuchar la cifra: 81 dientes. Otra muy distinta es ver la imagen. La radiografía panorámica mostraba un bosque de coronas dentales donde debería haber hueso, raíces alineadas como si compitieran por espacio, y una arquitectura completamente alterada de la anatomía bucal.
Era como ver una imagen editada con inteligencia artificial, pero no lo era. Era real. Cada pieza estaba allí, algunas completamente formadas, otras detenidas en alguna etapa del desarrollo. Se encontraban distribuidas en ambos maxilares, aunque predominaban en la arcada superior. Algunas piezas estaban encimadas, otras eran visibles solo a través de cortes tomográficos más profundos. Nunca antes se había documentado un caso así en una paciente sin diagnóstico sindrómico asociado.
Los odontólogos que la atendieron decidieron documentarlo de forma científica. Su rareza era tal que ameritaba revisión médica internacional. Lo publicaron como caso clínico en congresos y revistas, compartiendo no solo las imágenes, sino también el protocolo que siguieron para abordar algo tan fuera de lo común.
81 dientes: ¿cómo es posible?
Muchos se preguntan: ¿cómo puede una persona tener tantos dientes en la boca? ¿No debería doler? ¿No debería notarse a simple vista?
La respuesta es que, en muchos casos de hiperdoncia múltiple, los dientes adicionales no erupcionan. Es decir, nunca salen a la superficie, sino que permanecen dentro del hueso maxilar o mandibular. Son piezas completamente formadas, con corona y raíz, pero atrapadas bajo encía y hueso, invisibles desde el exterior.
En el caso de esta niña, la mayoría de los dientes supernumerarios estaban retenidos en la parte posterior del maxilar superior. Otros estaban insertados de forma vertical, horizontal o incluso diagonal, en posiciones anatómicamente imposibles. Algunos ejercían presión sobre dientes permanentes, impidiendo su erupción o desviando su trayectoria natural. Aunque no sentía dolor constante, sí tenía signos leves de inflamación crónica.
No había antecedentes genéticos en su familia, ni enfermedades asociadas. Era, simplemente, un caso extremo de hiperdoncia múltiple no sindrómica, extremadamente raro, con menos de 10 reportes similares en el mundo.
El plan de tratamiento quirúrgico
Cuando los casos son tan complejos, no se puede actuar con prisa. Se requiere un enfoque multidisciplinario: cirujanos orales, ortodoncistas, radiólogos y, en ocasiones, anestesiólogos especializados en niños.
El primer paso fue realizar una evaluación completa del crecimiento craneofacial de la paciente. Se tomaron moldes, escaneos digitales y se analizó la relación entre las piezas supernumerarias y estructuras vitales como el seno maxilar, el nervio dentario inferior y la base nasal.
El objetivo era diseñar una cirugía conservadora y por etapas, que permitiera remover los dientes innecesarios sin comprometer el desarrollo natural del rostro. La intervención fue programada bajo anestesia general. Se inició con una primera fase quirúrgica para extraer 18 de los 31 dientes supernumerarios, priorizando los que causaban desplazamiento o interferían con la erupción de piezas permanentes.
Posteriormente, tras un periodo de cicatrización, se planificó una segunda fase para remover el resto de las piezas extras y comenzar el proceso de ortodoncia correctiva. En total, se estima que el tratamiento completo durará varios años, incluyendo rehabilitación funcional y estética.
Lo que este caso nos enseña como odontólogos
Este caso no solo impactó al equipo que la atendió. Impactó a toda la comunidad médica. Y como odontóloga en la República Dominicana, lo analicé con profunda atención porque deja lecciones valiosas:
No todo lo extraño se manifiesta con dolor. Muchos trastornos graves son silenciosos.
La evaluación dental en la infancia es clave. Un simple chequeo puede revelar problemas que están creciendo sin ser detectados.
Las imágenes diagnósticas salvan vidas. En odontología moderna, una buena radiografía o tomografía puede marcar la diferencia entre una boca sana y una deformidad irreversible.
Como mujer y como profesional, sentí la necesidad de contar esta historia. Porque si una sola persona lee esto y decide llevar a su hijo al dentista antes de lo previsto, entonces este artículo ha cumplido su misión.
Hiperdoncia múltiple: causas, riesgos y prevención
Aunque la ciencia ha identificado algunas causas posibles, lo cierto es que la hiperdoncia múltiple sigue siendo un misterio en muchos aspectos. Algunos casos están relacionados con síndromes genéticos, pero en una gran parte, como este, no hay una explicación clara. No hay antecedentes familiares. No hay mutaciones identificadas. Solo aparece… y cuando lo hace, lo cambia todo.
Entre las teorías más aceptadas están:
Activación anormal de la lámina dental embrionaria
Alteraciones genéticas espontáneas no heredadas
Factores ambientales desconocidos durante el desarrollo prenatal
Pero más allá de la causa, lo que más debe preocuparnos es el riesgo de no detectarlo a tiempo:
Malformaciones en la mordida
Impactación de dientes permanentes
Desviaciones del crecimiento mandibular
Alteración de la estética facial
Dolor crónico y migración dentaria
Infecciones localizadas
Por eso, la mejor herramienta que tenemos es la prevención, y esta comienza con algo muy sencillo: una evaluación dental a tiempo.
¿Cómo saber si tu hijo necesita una evaluación temprana?
Como odontóloga, me encuentro a menudo con padres que esperan hasta que el niño “sienta dolor” o “tenga todos los dientes” para hacer su primera visita. Eso es un error. Hay señales que, aunque no duelen, pueden estar indicando algo más:
Tardanza en la caída de los dientes de leche
Dientes apiñados desde pequeños
Espacios extraños entre piezas
Inflamaciones recurrentes sin causa
Dificultades para masticar o hablar
Crecimiento asimétrico del rostro
Una radiografía panorámica entre los 5 y 7 años puede ayudarnos a ver lo que los ojos no ven. No cuesta mucho. No duele. Y puede evitar años de complicaciones.
Este no es solo un caso extraño. Es una lección.Una lección para nosotros como profesionales, para los padres que confían en nuestro criterio, y para todo aquel que crea que la salud bucal es solo una cuestión de estética.
Una sonrisa puede esconder más de lo que imaginas. En este caso, 81 razones para actuar a tiempo.
Si estás leyendo esto y tienes hijos pequeños, este es el momento ideal para agendar su primera evaluación dental.Y si eres adulto, recuerda: muchas condiciones también se desarrollan en la adultez sin que lo notes.
En nuestra clínica en Santo Domingo estamos preparados para detectar a tiempo condiciones como la hiperdoncia, realizar estudios de imagen con precisión, y darte un plan de tratamiento claro, profesional y humano.
Preguntas frecuentes sobre hiperdoncia
¿Es peligroso tener dientes de más?Sí. Puede afectar la mordida, causar dolor, desalinear el rostro y complicar la higiene.
¿Se puede prevenir?No siempre, pero sí se puede detectar y tratar a tiempo con una evaluación radiológica.
¿Cuántos dientes adicionales puede tener una persona?Se han registrado casos con más de 200 estructuras dentarias. El promedio en hiperdoncia múltiple no suele superar los 5–10 dientes.
¿Los dientes supernumerarios siempre se ven a simple vista?No. Muchos permanecen ocultos en el hueso y solo son visibles mediante radiografías o tomografías.
¿Puede ocurrir en adultos?Sí. Aunque es más común en la infancia, también puede diagnosticarse en adultos.
Redactado por la Dra. Sabrinsky Flores
Odontóloga general – Santo Domingo
Educadora dental y apasionada por la salud bucal preventiva.
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